Tratamiento sin Antibióticos para Infecciones Urinarias Recurrentes

Las infecciones del tracto urinario recurrentes se definen por la presencia de tres episodios en los últimos 12 meses o dos episodios en los últimos seis meses. Son más frecuentes en mujeres debido a factores anatómicos y conductuales: la mitad desarrollará al menos una a lo largo de su vida y de ellas, aproximadamente 25 % una infección urinaria recurrente.


La presencia de infecciones urinarias recurrentes es motivo de consulta al urólogo, pues corresponde evaluar los factores que están condicionando la recurrencia y corregirlos, pero además también podemos ir implementando otras herramientas no antibióticas disponibles para prevenir la recurrencia, algunas que con eficacia comprobada y otras muy prometedoras. Nos conviene cambiar la estrategia: iniciar con medidas no antibióticas para evitar la resistencia y reservar los antibióticos como último recurso solo cuando sea estrictamente necesario.


En este articulo te comparto algunas estrategias para el abordaje inicial sin antibióticos de infecciones urinarias recurrentes:


Cambios Conductuales:

Incluyen aumentar la ingesta de agua (≥1.5 litros/día), evacuar la vejiga con regularidad, seguir hábitos adecuados de higiene, promover la micción poscoital, evitar el uso de espermicidas, diafragmas, tampones, ropa ajustada y ducha vaginal. 


Estrógenos:

Los estrógenos vaginales aumentan el glucógeno en la mucosa vaginal y esto favorece la colonización por lactobacilos, disminuyendo el pH, lo que impide que se desarrollen los uropatógenos locales. 


Arándanos:

Son efectivos para acidificar la orina y su contenido de proantocianidinas previene la adherencia de Escherichia coli y otras bacterias a las células uroepiteliales, especialmente en mujeres después de la menopausia, se sugieren 200 a 300 ml [de jugo] por seis meses.

 

Probióticos:

Serían capaces de restituir el microbiota vaginal normal, creando un pH ácido e impidiendo las adhesiones bacterianas. No todos los lactobacilos son iguales, el que consumas debe tener Lactobacillus crispatus por sus destacados beneficios.


D-manosa:

Es un azúcar natural que inhibe la unión de fimbrias bacterianas de tipo 1 al uroepitelio, se ha demostrado que reducen la incidencia de infecciones urinarias recurrente y prolongando el periodo libre de infección.

 

Vacunas orales: 

Se ha demostrado que la inmunodulación, reduce significativamente las cistitis.


Instilación intravesical de ácido hialurónico/condroitín sulfato:

La calidad de la evidencia es mayor para la combinación de ácido hialurónico con condroitín sulfato que para cualquiera de las dos por separado, pero este enfoque solo se reserva para casos muy específicos.

 

Como especialista reconozco que los pacientes valoran más la indicación de un antibiótico cuando acuden a consulta por una infección urinaria incluso para mí puede ser más desgastante educar y motivar a mis pacientes con hábitos conductuales o alternativas no antibióticas que indicar un antibiótico, pero si no vamos más allá a buscar y tratar las posibles causas y enfocarnos en la prevención, no dejaran de aparecer las infecciones urinarias.