¿Qué Relación Existe entre la Vitamina D y las Infecciones Urinarias?

La deficiencia de vitamina D lo sufre un tercio de la población mundial, esto puede atribuirse a factores como la mala exposición a la luz solar, la ingesta insuficiente de alimentos que contienen vitaminas y síndromes de malabsorción.


La deficiencia de vitamina D (25-hidroxivitamina D sérica) causa muchos problemas de salud, como enfermedades autoinmunes, enfermedad de Crohn, diabetes, inflamación, asma, hipertensión y cáncer. 


Midiendo la concentración plasmática de 25-hidroxivitamina D, se puede diagnosticar una deficiencia de vitamina D (la deficiencia es inferior a 10 ng/ml, insuficiente: 10 a 29 ng/ml, suficiente: 30 a 70 ng/ml y posible intoxicación: más de 70 ng/ml).

 

En comparación con los hombres, las mujeres suelen tener un mayor riesgo de desarrollar ITU. Esto se debe a la diferencia anatómica del tracto urinario femenino y a los cambios que ocurren en él, por ejemplo, durante las relaciones sexuales, el parto y la menopausia. 


Se considera que Escherichia coli es el agente causal más frecuente de infección del tracto urinario (80-85%) y Staphylococus saprophyticus (5-10%), Klebsiella, Proteus, Pseudomonas y Enterobacter son otras bacterias asociadas a infecciones urinarias.

 

El sistema inmunológico, tanto el sistema innato como el adaptativo, necesitan vitamina D para funcionar mejor y responder a las infecciones y la inflamación. El sistema inmunológico necesita vitamina D para activar los glóbulos blancos y aumentar la eliminación de las células infectadas mediante interleucinas y citocinas, la vitamina D también estimula y activa la Catelicidina (péptido antimicrobiano humano que protege el tracto urinario inferior).


Se ha descrito un aumento de 2 veces la incidencia de infección del tracto urinario con deficiencia de vitamina D. Los riñones desempeñan un papel importante a la hora de hacer que la vitamina D sea útil para el organismo. En la enfermedad renal crónica se ha descubierto que los niveles de vitamina D están por debajo del rango normal, a veces incluso en niveles muy bajos. Esto puede ocurrir porque una lesión en los riñones los hace menos capaces de convertir la vitamina D en su forma activa.

 

Al momento de tratar a mujeres con infecciones del tracto urinario (ya sean agudas o recurrentes), es importante buscar la deficiencia de vitamina D y tratarla simultáneamente.