¿Me debo hacer una Circuncisión?

El prepucio o piel que recubre la punta del pene suele ser motivo de preocupación en los hombres. El prepucio tiene como función establecer el pH y la temperatura del glande garantizando niveles de humedad y sensibilidad adecuados. Sin embargo, su función no es crucial.

 

Existen algunas patologías propias del prepucio como la fimosis, que se define como la imposibilidad de retraer el prepucio y exponer el glande (cabeza del pene), esto se presenta como un anillo poco elástico de este tejido, el cual puede generar dolor principalmente durante la erección o bien predisponer a infecciones del glande.

 

La circuncisión masculina consiste en la extirpación quirúrgica parcial o completa del prepucio.

 

Se recomienda una circuncisión en adultos cuando la fimosis ha causado alguna de las siguientes situaciones:

 

  • Dificultades para tener relaciones sexuales: la fimosis no suele afectar la retracción del glande cuando el pene se encuentra en reposo, pero sí cuando está en erección, lo que provoca problemas durante la penetración.

 

  • Balanitis: el estrechamiento del prepucio dificulta la higiene, lo que podría causar una infección. La balanitis provoca enrojecimiento en el prepucio y glande, dolor y agrietamiento. Una infección de este tipo hace que el anillo fimótico se estreche aún más, complicando el caso.

 

  • Parafimosis: se produce cuando la banda elástica queda detrás del glande, estrangulándolo, provocando una situación de emergencia en la que el paciente debe ser atendido inmediatamente.

 

  • Desarrollo de un tumor: una fimosis con balanitis crónica descuidada puede evolucionar a cáncer de pene.

 

Si presentas problemas que afectan a tu prepucio y glande o alguno de las situaciones anteriormente mencionados, puedes agendar una cita conmigo, evaluamos tu caso en particular, resolvemos cualquier duda y proponemos la solución más adecuada para ti.

 

La no retractabilidad del prepucio puede ser una fase fisiológica que no requiere tratamiento en ausencia de síntomas, como erecciones dolorosas o balanitis.