Mantener un estilo de vida saludable en Navidad es posible. Si bien es una época muy especial para compartir con familiares y amigos, en donde los hábitos saludables son sustituidos por alimentos hipercalóricos, se aumenta el consumo de alcohol y se disminuye la actividad física. Podemos moderar lo que comemos y bebemos.
A continuación, te comparto algunas sugerencias para que tengas más herramientas en todas estas celebraciones y disfrutes sin descuidar los hábitos saludables.
• Limita el consumo de bebidas alcohólicas, el alcohol altera los mecanismos de control hormonal de los riñones, provoca desequilibrio en los electrolitos y en la filtración de las sustancias tóxicas de nuestro cuerpo. Ten presente, acompañar cada trago de alcohol con un vaso de agua, tus riñones lo agradecerán.
• Hidratarse adecuadamente es clave: tomar agua, agua con limón o una hoja de menta, evitará que caigas en la tentación de consumir refrescos, bebidas energéticas y zumos que suelen dar una sensación engañosa de hidratación cuando realmente no es así, además tienen un alto contenido en azúcares.
• Los alimentos con gran contenido en sal reducen la capacidad de los riñones de eliminar el agua. En este caso los embutidos o procesados y encurtidos tienen un exceso de sal. Los caldos ya preparados o las famosas pastillas de caldo también suelen tener un alto contenido en sodio. Por este motivo, una recomendación valiosa es leer los componentes de los productos antes de comprarlos y consumirlos.
• El exceso de carnes rojas y lácteos enteros representa un sobreesfuerzo para nuestros riñones.
• Evita las salsas con picante o lácteos por su efecto irritante o inflamatorio.
Tienes algunas alternativas que pueden ser beneficiosas:
• Elige los alimentos que contengan frutos secos, verduras de hoja verde o tomates ya que aportan gran cantidad de vitamina E, un poderoso antiinflamatorio.
• Opta por alimentos ricos en ácidos omega 3 y zinc como los pescados y mariscos.
• De postre prefiere una porción de fruta o los que contengan frutas frescas.
Para vivir unas fiestas sin complicaciones la clave es la moderación y evitando los excesos.