Hay muchas causas del cólico renal, la más común es la presencia de cálculos en el uréter. Cuando hay cálculos, el riñón obstruido retiene la orina y dilata el tracto urinario, lo que provoca dolor. Además de los cálculos, cualquier otra sustancia que llene el uréter y obstruya el riñón puede provocar cólicos.
El cólico renal es un episodio de dolor intenso y espasmódico que aparece de forma brusca y repentina, y aumenta progresivamente en intensidad. La intensidad no es constante, sino que implica picos de dolor más intenso mezclados con períodos de ligera calma. Ninguna posición brinda alivio y el dolor es tan intenso que generalmente es necesaria atención médica de emergencia.
El dolor comienza en la parte baja de la espalda entre el borde de las costillas y la cadera y se irradia lateralmente hacia el abdomen, la ingle y los genitales.
La duración es variable, desde varias horas hasta dos o tres días, incluso puede estar presente de forma intermitente durante meses si no se resuelve la causa que origina el cólico.
Suele acompañarse de síntomas generales, sudoración, náuseas y/o vómitos y, frecuentemente, fiebre.
También puede causar molestias al orinar, como la necesidad de orinar con frecuencia en pequeños volúmenes, una sensación de vaciado incompleto de la vejiga, dificultad para orinar. La orina suele ser oscura o con sangre.
Al momento del diagnóstico inicial, se el cuadro clínico lo está originando un cálculo, es muy importante valorar el tamaño, localización y forma, así como la probabilidad de expulsión espontánea, su composición, los síntomas y si existe infección urinaria, para poder decidir la opción de tratamiento más efectiva y que genere menos daño al paciente.
En todos los casos es necesario estudiar el cuadro clínico, si presentas alguno de estos síntomas o si tienes antecedentes de cálculos renales, no dejes de acudir a un especialista en urología quien te orientara mejor en los pasos a seguir para evitar complicaciones.